Advocatus – llamado en auxilio –

Mi plan de estudios era medicina tal vez cirugía, la idea de ayudar a otros seres en necesidad me parecía la mejor forma de vivir mi vida, de dedicar mi vida a otros en auxilio. Lo que descubrí es que Dios escribe recto con renglones torcidos, y al final fue derecho.

Me he divertido tanto estudiando el derecho que he recorrido varios países en tres continentes, he sido alumna en más de cinco universidades en cuatro idiomas. He trabajado como asistente de profesores, investigadora y profesora universitaria, colaboradora en organismos internacionales, para al final amarrar mi barco en la Abogacía. Es decir al final llego al principio,

me dedico a asistir la llamada en auxilio

Hoy se ha cruzado un artículo publicado en medio periodístico de España que habla de los abogados y lo califica el peor oficio del mundo. Habla que le repugna el oficio de lo abogados, es decir ignora que existe la Abogacía. Afirma que en un juicio siempre hay un abogado que miente, olvidando que en todo juicio al menos hay dos abogados, por los que debemos deducir que el «otro» dice la verdad. Asegura que cuando un abogado es bueno en su oficio le llaman «hijo de puta», olvidando que en el rico idioma castellano esa expresión es positiva y no negativa. Para terminar rematando que un gran abogado es una mierda de persona. Desconozco cuantos pañales infantiles ha cambiado el autor de estas palabras en su vida, aseguro que todos los que somos padres y madres sabemos que hay mierdas que nos huele a perfume. Si este señor pretendiente aprendiz de escritor ha querido ofender a quienes ejercemos el oficio de quien es llamado en auxilio, me temo que con esas lineas se ha quedado muy lejos si quiera de acercarse a sus intenciones.

Dicho lo cual no quiero dejar de recordar que como en todos los oficios, también en la abogacía, existe quien alegando ejercerla lo que practica es una malformación de la misma. Así como hay cirujanos que olvidan tijeras en el cuerpo de un paciente, banqueros que roban a sus propios bancos, panaderos que aderezan sus hornos con sucedáneos de harina, ingenieros que dejan sueltas las tuercas del motor, peluqueros que aplican pegamento en vez de laca a sus clientes y aprendices de plumillas que les dejan publicar, me imagino que sin remuneración, que se hacen llamar periodistas.

Sonia Gummiert ha publicado hoy una breves lineas con una bellísima replica citando al filosofo y jurista François-Marie Arouet, conocido por su nom de plume Voltaire, quien dijo de la abogacía ser el oficio mas bello del mundo.

Sin embargo considero más apropiado para la ocasión contestar con otra cita del celebrado jurista

«On parle toujours mal quand on a rien à dire.» Voltaire

1 comentario

  • Miguel Juan De Bartolomé Estévez. dijo:

    Muy buena reflexión.

    He impreso el texto. Me gusta eso de ‘Advocatus’, como el ‘llamado en auxilio’.
    Por otro lado, me encanta la figura y el genio de Voltaire.
    Entre la profesión médica y la legal siempre he encontrado un símil. De hecho, el juramento hipocrático -médico-, que se atribuye a Hipócrates y a Galeno, se resume en la máxima ‘primum non nocere’ (primero no hacer daño), que me parece un buen principio para nosotros los Advocatus.

    Un abrazo,
    Miguel.

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