La Mujer ha estado relegada en la sociedad a funciones reproductoras. La Mujer vive en un cuerpo que garantiza la supervivencia de la humanidad, y por ello es de un valor supremo. Quizas por ello se ha intentado despreciar todas las demas cualidades con las que toda Mujer nace, muy especialmente la capacidad intelectual.
En la época de Roma, la mujer era un ser débil, física y mentalmente. Por ello las mujeres debían permanecer bajo la tutela de los hombres: primero de los padres, luego de los esposos, y a falta de los anteriores de tutores. En tiempo de Augusto estableció el ius liberorum, por el que una mujer nacida libre que hubiera tenido tres hijos, y una liberta con cuatro, quedaban libres de tutela de todo tipo.
1.700 años después la Mujer seguía en situación desigual ante la leyes y la justicia.
La Declaracion de Derechos del Hombre y el Ciudadano
Artículo 1: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”; las mujeres no son mencionadas.
Las mujeres encontraron algún aliado, como Condorcet, para que fueran consideradas ciudadanas. En 1790 publicó,Sobre la admisión de las mujeres en el derecho de ciudadanía. En el siguiente párrafo de dicha obra se resume el argumento fundamental de su discurso: “¿No han violado todos los hombres el principio de igualdad de derechos al privar, con tanta irreflexión, a la mitad del género humano de concurrir a la formación de leyes, es decir, excluyendo a las mujeres del derecho de ciudadanía? ¿Puede existir una prueba más evidente del poder que crea el hábito incluso cerca de los hombres eruditos, que el de invocar el principio de la igualdad de derechos (…) y olvidarlo con respecto a doce millones de mujeres?”
Condorcet sólo aplico los principios fundamentales de la revolución. Los revolucionarios franceses reconocieron los servicios prestados de las mujeres durante los acontecimientos de octubre de 1789. Ahora bien, el reconocer sus derechos políticos, eso no estaba ni cuestionado, y al final Condorcet no consiguió nada.
La Declaración de Derechos de la Mujer y la Ciudadana de 1791 le costo la vida a su autora Olympe de Gouges, quien fue ejecutada en la guillotina por traición. “La mujer tiene el derecho de subir al cadalso; debe tener también el de subir a la Tribuna”. En la vorágine revolucionaria, Olympe se enfrentó a Robespierre. En este sentido, publicó la carta Pronostic de Monsieur Robespierre pour un animale amphibie, que le llevó a ser acusada de intrigas sediciosas. Fue juzgada y condenada a muerte.
Para lograr el derecho al voto de la Mujer ha habido momentos “accidentales” como en 1776 en Nueva Jersey, donde se hablo de “personas” y no de “hombres”. Duro solo hasta 1807. Nueva Zelanda fue en 1893 el primer país en instaurar el derecho al voto activo, pero no el pasivo. El sufragio femenino pleno se consiguió primero en Finlandia en 1907 y en España en 1931. Hubo que esperar hasta 1948 a la Declaración Universal de Derechos Humanos, para una aceptación plena del derecho al voto activo y pasivo de la Mujer.
El derecho a la educación ha sido quizás el más arduo. A la Mujer se le ha negado la capacidad intelectual per se. Hoy, ejemplos como Malala Yousafzai , o la tragedia de las niñas secuestradas en Nigeria, son la viva realidad que todo vale, hasta la religión, para negar el derecho a poder estudiar, simple y llanamente.
En la historia desde la Edad Media hay casos aislados de mujeres que por su posición social, pudieron acceder a la Universidad. Casos como las doctoras en derecho por la Universidad de Bolonia, Italia, Bettina Gozzadini y Novella dAndrea. Una gran excepción fue Dorotea Erxleben que en 1754 se doctoro en medicina por la Universidad de Halle, Alemania. A partir de finales del siglo XVIII comienza un lento, pero constante ingreso de mujeres en universidades en países Nor Europeos y en EE.UU. a partir del siglo XIX.
Una privilegiada fue Lydia Becker (24 de febrero 1827-18 de julio 1890) nació en Lancashire. Fue educada en casa como la mayoría de las niñas de su tiempo. Intelectualmente curiosa, estudió de forma autodidacta botánica y astronomía, y también mostró gran interés por las ciencias sociales. Su valeroso espíritu de lucha a favor de la igualdad la llevó en 1867 a fundar la Sociedad Literaria de Mujeres Ladies’ Literary Society en Manchester. Mantuvo una relación epistolar con Charles Darwin (1809-1882), llegando a contribuir en en trabajos de botánica del científico.
La Mujer no pudo acceder a la Enseñanza Superior en España en igualdad de condiciones hasta el 8 de marzo de 1910, cuando se aprobó una real orden que autorizó “por igual la matrícula de alumnos y alumnas” . Fue durante la República a partir de 1931 que las Universidades en España comenzaron a aceptar el acceso de la Mujer. De las 21 alumnas matriculadas en el curso 1909-1910 se pasa a más de 2.000 en 1935.
Si el reconocimiento de Derechos de Ciudadana, Derecho al Voto y el Derecho a la Educación para la Mujer ha necesitado siglos, el Derecho de ejercer una profesión y en el ejercicio de esta llegar a posiciones de poder, de toma de decisión, está aun muy lejos de ofrecer las mismas oportunidades, y muy particularmente en el mundo juridico: La brecha salarial, el techo de cristal en instancias públicas y sobre todo el acceso a los consejos de administración en la empresa privada.
En España a 2020 el porcentaje de mujeres socias en bufetes de abogados es sólo de un 14%, y tan solo un 5% de los directores de los bufetes de abogados de España son mujeres. En España, tras el corto periodo de la República, las mujeres tuvieron prohibido el acceso a la carrera judicial hasta 1966. Y tuvieron que pasar 11 años más para que ingresara la primera mujer. La secuencia histórica ha sido la siguiente: en 1995 las mujeres eran sólo el 31% de los miembros de la judicatura mientras que el año pasado, el 63% de las nuevas entradas correspondió a mujeres. A pesar de estos datos, la presencia de mujeres en cargos de la judicatura no corresponde ni refleja los datos reales. En 2020 las mujeres son ya el 53% de la judicatura pero solo el 27% de la cúpula de los órganos superiores.
En el mundo universitario, las cátedras de derecho han estado vetadas a las mujeres en prácticamente en todo el mundo. Ruth Bader Ginsburg fue la primera mujer a mediados de los 60 en ser nombrada catedrática de derecho en EE.UU. y me atrevo a decir, una de las primeras en el mundo occidental.
En EE.UU. existe un 20,2% de mujeres socias en despachos de abogados, y una presencia en altos cargos de la judicatura, Tribunal Supremo y los Tribunales federales de un 28%. En 2014 el Presidente Obama nombró a Loretta Lynch Fiscal General del Estado, convirtiéndose en la segunda Mujer en alcanzar este cargo en los EE.UU.
https://www.americanbar.org/groups/diversity/women/resources/statistics/
Romper el techo de cristal es algo que sin embargo no se ha logrado en la universidad española. Según los datos recogidos por el Instituto de la Mujer, de los 84 rectores y rectoras que se contabilizaban a principios de 2017, solo 11 eran mujeres (3 más que en 2016). Las mujeres tienen etapas profesionales cuando el techo de cristal se une a un suelo pegajoso. Me refiero a la maternidad y cuidado de la familia.
En tiempos difíciles la Mujer siempre ha estado «al pie del cañón». Así ha sido en todo los tiempos de guerras y revoluciones.
… y también en tiempos de pandemia. Las empresas que mejor están saliendo de la crisis económica como consecuencia del Corona Virus Covid-19, son aquellas liberadas por mujeres.
Incluso en la política, lo hemos visto en Alemania con Merkel, Tsai Ing-wen en Taiwán, o Jacinta Arden en Nueva Zelanda.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52295181
Quizás el Futuro ya ha comenzado.
9 comentarios
muy bueno un saludo!
Gracias, Miguel, considero que la mujer tiene aun que aportar al mundo jurídico, y tanto otros ámbitos profesionales.
Gracias, Catalina, por tan buen artículo. Describes una realidad, una evolución y una lucha que se vive en diferentes oficios y ámbitos. También pasó en el Periodismo, en el cual cuando se convirtió en profesión no podían participar mujeres. Ahora, la mayoría de las estudiantes de Periodismo en España son mujeres (67%), pero en las redacciones y especialmente en los despachos de altos cargos de los medios siguen predominando los hombres. A partir de tu post, saqué algo de polvo a apuntes periodísticos y recordé a algunas de las pioneras: Francisca de Aculodi (s.XVII) quien heredó la imprenta de su esposo, Margaret Fuller (s.XIX) quien escribió en el New York Tribune, Carmen Burgos (finales del s.XIX-principios del s.XX) quien se considera la primera corresponsal de guerra, entre otras. Personalmente, me fascina la biografía de Elizabeth Jane Cochran, quien se aburrió de la cobertura informativa sobre moda, sociedad y cultura y terminó viajando por todo el mundo y siendo corresponsal en la Primera Guerra Mundial…
la lista de nombres es larga, un par de ejemplos Sofía Casanova (1851-1968),Nellie Bly (1864-1922) y Marina Ginestà (1919-2014) por mencionar algunas pioneras. Todavía hay mucho camino por andar!
Efectivamente, Catalina. Por desgracia, aún sigue siendo necesario reivindicar nuestros derechos, a pesar de los logros conseguidos. Somos la mitad de la ciudadanía y, aun así, tenemos que reclamar nuestro puesto en la sociedad, cosa que no tiene que hacer la otra mitad.
Quizás por ello, me he animado al viaje de mi vida: a la Luna, tal vez desde allí pueda comprender algo menor como unos seres tan ínfimos en el universo como son los seres humanos, se comportan de forma tan inhumana
Porque vivimos en la era de la globalización, en la que impera el individualismo más feroz: mis deseos, mis caprichos…son mis derechos.
El «Yo» está destruyendo el «nosotros» aunque me temo que viene de lejos, no es un logro de un dia.
Así es, pero ahora, con las condiciones de vida actuales, es más perverso. No hemos avanzado tanto como creemos