Vivencias por las islas mayores y menores

Algo muy enriquecedor de mi trabajo son los viajes. Me mantiene en contacto con el devenir del norte y el sur de Europa. Me permite ver, disfrutar y a veces sufrir, los diferentes estilos y modos de tratar los asuntos, de trabajar, de dialogar, de interrelacionarse, de dar valor a los hechos y los momentos, de vivir y de disfrutar de la vida.

Tomemos un caso en comparativa: las tertulias o coloquios de televisión. En los diferentes canales españoles se han instaurado como parte esencial de toda cadena que pretenda ocupar un espacio respetable entre los telespetadores. Lo primero que llama la atención es la falta de respeto que demuestran los “contertulios” entre si. Se quitan la palabra sin permiso del moderador, quien en muchas ocasiones, incluso incita al aumento de tensión entre los presentes. Se llega a los insultos, malos gestos y en ocasiones demuestran una absoluta falta de educación de comportamiento social

Según la Real Academia Española tertulia en su primera acepción significa 1. f. Reunión de personas que se juntan habitualmente para conversar o recrearse. Pues debe ser que esto no es, pues conversar no conversan y recrearse en el sentido de divertirse, aparentemente tampoco. En la segunda 2. f. En los antiguos teatros de España, corredor en la parte más alta. Esta desde luego no es, pues los tertulianos se sientan de modo que son el centro para el espectador. La tercera 3. f. En los cafés, lugar destinado a mesas de juegos de billar, cartas, dominó…

Podría ser, pues en el juego se permite casi todo, pero me faltan el billar, las cartas y el dominó.

Coloquio según la RAE: 1. m. Conversación entre dos o más personas. Sí parece que esto si pudiera ser, siempre que cumpliese lo que dicta la RAE para conversación, f. Acción y efecto de hablar familiarmente una o varias personas con otra u otras. Lamentablemente no se cumple el elemento diferenciador, al menos si queremos entender que “familiarmente” es distendido, en confianza, en quietud. Si familiarmente es conversar entre familiares que no pueden soportar sus vínculos familiares, pues tal vez sea eso!!! Vamos por el segundo, 2. m. Género de composición literaria, prosaica o poética, en forma de diálogo. Definitivamente no. Al final de los coloquios no hay obra alguna de ninguno de los estilos literarios conocidos, tal vez por conocer. A la tercera, 3. m. Reunión en que se convoca a un número limitado de personas para que debatan un problema, sin que necesariamente haya de recaer acuerdo. Definitivamente este concepto se acerca a lo que vemos en las pantallas españolas. Habría que incidir que las personas que participan en los bien afamados coloquios, ni al principio, ni durante ni mucho menos al final, demuestran un ápice de interés en debatir el problema. Simplemente exponen sus tesis con manifiesta sordera a la de los demás, y por si acaso, van levantado la voz de tal que la tesis de los otros participantes queda difuminada llegando a ser no entendible. Por la cuarta, 4. m. Discusión que puede seguir a una disertación, sobre las cuestiones tratadas en ella. Discusión sí pero nunca sigue disertación alguna, pues disertar es : Razonar, discurrir detenida y metódicamente sobre alguna materia, bien para exponerla, bien para refutar opiniones ajenas. Sobran comentarios.

Ahora veamos como son los coloquios y tertulias en la RFA. Phoenix tiene esta tertulia con temas de actualidad con periodistas. El moderador ejerce como tal, no permite que nadie consuma mas tiempo del asignado, que guarde el respeto profesional a los compañeros, e incluso modera las preguntas de los espectadores. Lo que echamos en falta con nuestros ejemplos anteriores, es el glamour y el espectáculo cual circo romano.

Nos preguntamos si en otros ámbitos profesionales también nos encontramos con estos dos estilos.

Veamos por ejemplo una vista oral en juzgado en España y una en Alemania.

Permítanme que les ponga en antecedentes. España. La vista es la fase final de un procedimiento. Pruebas documentales y escritos ya han sido presentados, admitidos y contestados en su caso. Solo resta testificales, si las hubiese, y exponer conclusiones.

RFA “mündliche Verhandlung” traducción literal, “Negociación oral”.

Es momento procesal en que aún se puede presentar escritos, peticiones y correcciones. Se oirán a los testigos si los hubiera, y se harán las alegaciones finales.

En España no te permiten interrumpir a un testigo en su exposición, impidiendo puntualizaciones o ampliación de la pregunta en razón de las declaraciones. No se puede observar ni un gesto de sonrisa, pues se podría interpretar como “falta de respeto al juzgado”, lease juez. El president@ de sala practican similares métodos para mantener el orden a los de la Srta. Rottenmeier de la serie Heidi.

En Alemania, hay fluidez en la conversación, se puede interrumpir, con respeto. Se puede volver a preguntar a un testigo, con permiso del president@ sala, alegando nuevos puntos sobrevenidos a las respuestas dadas. Entre juec@s y letrad@s hay un alto respecto mutuo, y una comunicación tal que el juez nos anuncia al cierre sus impresiones como un ultimo aviso a las partes de los puntos fuertes o no de sus respectivas exposiciones. En una ocasión al salir de sala pregunte a un cliente, ¿lo ha entendido?, su respuesta fue: solo mi nombre!! Hay comunicación a tres bandas, tribunal y las partes a través de sus letrados, que no es para legos. El lenguaje es otro idioma, el de los juristas.

En la vida real, en aquellos momentos que son de importancia transcedental para muchos, como lo es una vista oral, la fluidez, comunicación y mutuo respeto entre profesionales es vital.

En España los juec@s aplican la ley, en Alemania la intepretan al caso.

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